Liturgia Monastica Medio Dia (Dia 3)

Oficio del Medio dia de La Comunidad de San Bonifacio basado en la liturgia de la Comunidad de Jerusalén en Europa.   

Oficio para el Mediodía

En Pascua.

V: Reina del cielo, alégrate, aleluya.
R: Porque el Señor, a quien has llevado en tu vientre, aleluya.

V: Ha resucitado según su palabra, aleluya.
R: Ruega al Señor por nosotros, aleluya.

V: Goza y alégrate Virgen María, aleluya.
R: Porque en verdad ha resucitado el Señor, aleluya.

Oremos:
Oh Dios, que por la resurrección de Tu Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, has llenado el mundo de alegría, concédenos, por intercesión de su Madre, la Virgen María, llegar a los gozos eternos. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amen.

Apertura… Se inicia con el Angelus a las 12:00 en punto.

V. El ángel del Señor anunció a María.

R. Y concibió del Espíritu Santo.

V. Dios te salve, María llena eres de gracia. El Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas la mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

R. Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

V. He aquí la esclava del Señor.

R. Hágase en mí según tu palabra.

V. Dios te salve, María…

. V. El Verbo se hizo carne.

R. Y habitó entre nosotros.

V. Dios te salve, María…..

V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.

R. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.

Oremos: Te pedimos, Señor, infundas tu gracia en nuestras mentes, para que los que hemos conocido por el mensaje del ángel el misterio de la encarnación de tu Hijo, seamos conducidos a la gloria de la resurrección, por los méritos de su cruz y pasión. Por el mismo Cristo nuestro Señor Amén.


 Oficiante Oh Dios, dígnate librarnos.

 Pueblo:  Señor, apresúrate a socorrernos. 

Oficiante y Pueblo: Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo: como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. [¡Aleluya!] 

1.  Himno al Espíritu Santo

Anfifona: Ven Espíritu Santo,

ven a iluminar, nuestra inteligencia y a defendernos del mal.

Tú, promesa del Padre,

don de Cristo Jesús,                     

ven y danos tu fuerza para llevar nuestra cruz.

2.  Oracion al Espíritu Santo

Padre celestial, envía tu Santo Espíritu a nuestros corazones, para que nos dirija y gobierne según tu voluntad, nos consuele en todas nuestras aflicciones, nos defienda de todo error, y nos conduzca a toda verdad; por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

o

Concédenos, oh Señor, la lámpara de la caridad que nunca se apaga, a fin de que arda en nosotros y alumbre a los que nos rodean; y que por su claridad tengamos una visión de esa Ciudad santa, donde mora la luz verdadera e inagotable, Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Cuaresma

Dios omnipotente y de toda misericordia, prende en nosotros el fuego del amor, para que, por su llama purificadora, seamos limpios de todos nuestros pecados, y hechos dignos de adorarte en espíritu y verdad; por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Pascua

Dios eterno, que guiaste a tu antiguo pueblo a la libertad por medio de una columna de nube durante el día y una columna de fuego durante la noche: Concede que los que caminamos en la luz de tu presencia, nos regocijemos en la libertad de los hijos de Dios; por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

.

Fiestas de un Santo

Cristo Señor, tus santos han sido luces del mundo en cada generación: Concede que los que seguimos sus pasos seamos dignos de entrar con ellos en esa patria celestial, donde tú vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

En la Fiesta de un Apostol

Dios todopoderoso, has edificado tu Iglesia sobre el
fundamento de los apóstoles y profetas siendo Jesucristo
mismo la piedra angular: Concédenos que estemos
unidos en espíritu por su enseñanza, de tal modo que
lleguemos a ser un templo santo aceptable a ti; por
Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el
Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.

3.  Encender de la Luz 

(Christe Lux Mundi)

Christe lux mundi, qui sequiturte habebit lumen vitae , lumen vitae.

Cristo luz del mundo, quien te sigue tiene la luz de vida

4.  El Salterio

(Sequencia de  los Salmos tomado del Oficio Monastico St Otillien del oficio del medio dia) SENTADOS

Semana I  salmos 22 Antifona: Dios mio, Dios mio, porque me has desamparado?

22 Deus, Deus meus

1 Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has desamparado? *

¿Por qué estás lejos de mi súplica,

y de las palabras de mi clamor?

2 Dios mío, clamo de día, y no respondes; *

de noche también, y no hay para mí reposo.

3 Pero tú eres el Santo, *

entronizado sobre las alabanzas de Israel.

4 En ti esperaron nuestros antepasados; *

esperaron, y tú los libraste.

5 Clamaron a ti, y fueron librados; *

confiaron en ti, y no fueron avergonzados.

6 Mas yo soy gusano, y no hombre, *

oprobio de todos y desprecio del pueblo.

7 Todos los que me ven, escarnecen de mí; *

estiran los labios y menean la cabeza, diciendo:

8 “Acudió al Señor, líbrele él; *

sálvele, si tanto lo quiere”.

9 Pero tú eres el que me sacó del vientre, *

y me tenías confiado en los pechos de mi madre.

10 A ti fui entregado antes de nacer,

* desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.

11 No te alejes de mí, porque la angustia está cerca, *

porque no hay quien ayude.

12 Me rodean muchos novillos; *

fuertes toros de Basán me circundan.

13 Abren sobre mí las bocas, *

como león rapante y rugiente.

14 Soy derramado como aguas;

todos mis huesos se descoyuntan; *

mi corazón, como cera, se derrite en mis entrañas.

15 Como un tiesto está seca mi boca;

mi lengua se pega al paladar; *

y me has puesto en el polvo de la muerte;

16 Porque jaurías de perros me rodean,

y pandillas de malignos me cercan; *

horadan mis manos y mis pies;

contar puedo todos mis huesos.

17 Me miran de hito en hito, y con satisfacción maligna; *

reparten entre sí mis vestidos;

sobre mi ropa echan suertes.

18 Mas tú, oh Señor, no te alejes; *

fortaleza mía, apresúrate a socorrerme.

19 Salva de la espada mi garganta, *

mi faz del filo del hacha.

20 Sálvame de la boca del león, *

a este pobre, de los cuernos del búfalo.

21 Proclamaré tu Nombre a mis hermanos; *

en medio de la congregación te alabaré.

22 Los que temen al Señor, alábenle; *

glorifíquenle, oh vástago de Jacob;

tengan miedo de él, oh descendencia de Israel;

23 Porque no menospreció ni abominó la aflicción

de los afligidos,

ni de ellos escondió su rostro; *

sino que cuando clamaron a él, los oyó.

24 De ti será mi alabanza en la gran congregación; *

mis votos pagaré delante de los que le temen.

25 Comerán los pobres, y serán saciados,

alabarán al Señor los que le buscan: *

¡Viva su corazón para siempre!

26 Se acordarán y se volverán al Señor

todos los confines de la tierra, *

y todas las familias de las naciones

delante de ti se inclinan

27 Porque del Señor es el reino, *

y él rige las naciones.

28 Sólo ante él se postrarán los que duermen en la tierra; *

delante de él doblarán la rodilla

todos los que bajan al polvo.

29 Me hará vivir para él;

mi descendencia le servirá; *

será contada como suya para siempre.

30 Vendrán y anunciarán al pueblo aún no nacido *

los hechos asombrosos que hizo.

Antifona: Dios mio, Dios mio, porque me has desamparado?

Semana II salmos 11-13 Antífona Hasta cuando Señor? Hasta cuando?

11 In Domino confido

1 En el Señor he confiado; *

¿cómo dicen ustedes a mi alma:

“Escapa al monte cual ave?

2 Porque he aquí, los malos tienden el arco,

y disponen sus saetas sobre la cuerda, *

para asaetar en oculto a los rectos de corazón;

3 Si fueren destruidos los fundamentos, *

¿qué ha de hacer el justo?”

4 El Señor está en su santo templo; *

el Señor tiene en el cielo su trono.

5 Sus ojos observan, sus párpados examinan *

a los habitantes de la tierra.

6 El Señor examina al justo y al malo; *

pero al que ama la violencia lo aborrece.

7 Sobre los malos hará llover brasas, fuego y azufre; *

viento abrasador será la porción de su cáliz;

8 Porque el Señor es justo, y ama la justicia; *

quien es recto mirará su rostro.

Antífona Hasta cuando Señor? Hasta cuando?

12 Salvum me fac

1 Sálvame, oh Señor, porque se acabaron los piadosos; *

porque han desaparecido los fieles de entre el pueblo.

2 Habla mentira cada uno con su prójimo; *

con labios lisonjeros hablan con doblez de corazón.

3 ¡Ojalá que destruyese el Señor los labios lisonjeros, *

y la lengua que habla con soberbia!

4 A los que dicen: “Por nuestra lengua prevaleceremos; *

nuestro labios son nuestros;

¿quién se enseñorea de nosotros?”

5 “Por la opresión de los pobres,

por el gemido de los menesterosos, *

ahora me levantaré”, dice el Señor,

“y pondré a salvo al que lo anhela”.

6 Las palabras del Señor son limpias, *

como plata refinada en horno de tierra,

y purificada siete veces.

7 Tú, oh Señor, nos guardarás; *

de esta generación nos preservarás para siempre.

8 Andan los malos de un lado al otro, *

y estimada es la vileza por todos.

Antífona Hasta cuando Señor? Hasta cuando?

13 Usquequo, Domine?

1 ¿Hasta cuándo, oh Señor?

¿Me olvidarás para siempre? *

¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí?

2 ¿Hasta cuándo tendré dudas en mi mente,

y tristezas en mi corazón cada día? *

¿Hasta cuándo triunfará mi enemigo sobre mí?

3 Mira, respóndeme, oh Señor Dios mío; *

alumbra mis ojos, para que no duerma de muerte;

4 Para que no diga mi enemigo: “Lo vencí”, *

ni se alegre mi adversario, si yo resbalare.

5 Mas yo en tu misericordia he confiado; *

mi corazón se alegrará en tu salvación.

6 Cantaré al Señor, porque me ha hecho bien;

* alabaré el Nombre del Señor Altísimo.

Antífona Hasta cuando Señor? Hasta cuando?

5. Regla de San Benito o Sabiduria de Los Monjes y Monjas del Desierto

6.  Salmo 119  Antifona Tus Palabras, son Palabras de Vida Eterna.

Semana I

He Legem pone v. 33-40

Antifona Tus Palabras, son Palabras de Vida Eterna.

33 Enséñame, oh Señor, el camino de tus estatutos, *

y lo guardaré hasta el fin.

34 Dame entendimiento, y guardaré tu ley; *

la cumpliré de todo corazón.

Antifona Tus Palabras, son Palabras de Vida Eterna.


35 Guíame por la senda de tus mandamientos, *

porque ése es mi deseo.

36 Inclina mi corazón a tus decretos, *

y no a las ganancias injustas.

Antifona Tus Palabras, son Palabras de Vida Eterna.


37 Aparta mis ojos, que no miren lo que es inútil; *

vivifícame en tus caminos.

38 Cumple tu promesa a tu siervo, *

la que haces a los que te temen.

Antifona Tus Palabras, son Palabras de Vida Eterna.

39 Quita de mí el oprobio que temo, *

porque buenos son tus juicios.

40 He aquí, anhelo tus mandamientos; *

en tu justicia, preserva mi vida.

Antifona Tus Palabras, son Palabras de Vida Eterna.

Semana II

Antifona Tus Palabras, son Palabras de Vida Eterna.

Caf Defecit in salutare v. 81-88

81 Ansía mi alma tu salvación; *

he puesto mi esperanza en tu palabra.

82 Desfallecieron mis ojos, aguardando tu promesa, *

y digo: “¿Cuándo me consolarás?”

Antifona Tus Palabras, son Palabras de Vida Eterna.


83 Soy como el odre al humo, *

pero no he olvidado tus estatutos.

84 ¿Hasta cúando deberé aguardar? *

¿Cuándo harás juicio contra los que me persiguen?

Antifona Tus Palabras, son Palabras de Vida Eterna.


85 Los soberbios han cavado hoyos para mí; *

ellos no guardan tu ley.

86 Todos tus mandamientos son ciertos; *

ayúdame, pues sin causa me persiguen.

Antifona Tus Palabras, son Palabras de Vida Eterna.


87 Casi me han acabado de la tierra, *

pero no he abandonado tus mandamientos.

88 Vivifícame conforme a tu bondad, *

para que guarde los decretos de tu boca.

Antifona Tus Palabras, son Palabras de Vida Eterna.

7. Lectura del Dia

 (Del Evangelio o Primera Lectura del Leccionario  Diario Eucarístico)

8.  una Breve reflection 

9.  Música de Meditación 

10.  Intercesiones con respuesta  (tomado del Roguemos al Señor, Plegarias de los Fieles.) 

11.  El Trisagio Cantado

Holy God, Holy and Mighty, Holy Immortal One, Have Mercy on Us.

Santo Dios, Santo Poderoso, Santo Inmortal, Ten piedad de nosotros.

Saint Dieu, Saint Fort, Saint Immortel, aie pitié de nous.

Heiliger Gott, heiliger Starker, heiliger Unsterblicher, erbarme Dich unser

12.  El Padre Nuestro Cantado

13.  Colecta del Dia (Misal)

(Apto para la Semana)

Semana I.   Bendito Salvador, en esta hora colgabas en la cruz, extendiendo tus brazos amorosos: Concede que todos los pueblos de la tierra miren hacia ti y sean salvos; por tu entrañable misericordia. Amén.

Semana II.

Dios todopoderoso y eterno, permite que nuestra
oración delante de ti sea como incienso, el levantar de
nuestras manos como la oblación de la tarde. Danos
gracia para contemplarte, presente en tu Palabra y en tus
Sacramentos, y para reconocerte en las vidas de los que
nos rodean. Aviva en nosotros la llama de ese amor que
ardió en el corazón de tu Hijo al sufrir la Pasión, y
concede que arda en nosotros para la vida eterna, y por
los siglos de los siglos. Amén.

Amén.

Para un Santo (véase abajo)

14.  Despedida  

Oficiante: Bendigamos al Señor

Pueblo: Demos Gracias a Dios.  

Colectas para los Santos

De La Virgen Maria

Padre celestial, por tu gracia la virgen madre de tu Hijo encarnado fue bendita al llevarlo en su seno, y aún más bendita al guardar tu palabra: Concede a los que honramos la exaltación de su humildad que sigamos el ejemplo de su devoción a tu voluntad; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén

De un Mártir

 Dios todopoderoso, que diste firmeza a tu siervo N. para confesar ante los gobernantes de este mundo el Nombre de nuestro Salvador Jesucristo, y valor para morir por esta fe: Concede que siempre estemos prestos a dar razón de la esperanza que hay en nosotros, y dispuestos a sufrir por causa de nuestro Señor Jesucristo; que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amen. 

o bien: 

Dios omnipotente, por cuya gracia y poder tu santo mártir N. triunfó sobre el sufrimiento, y fue fiel hasta la muerte: Concede ahora a cuantos le recordamos con acción de gracias que seamos fieles en nuestro testimonio de ti en este mundo, de tal modo que recibamos con él la corona de vida; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

 o la siguiente: 

 Dios todopoderoso y eterno, que encendiste la llama de tu amor en el corazón de tu santo mártir N.: Concédenos la misma fe y poder del amor a tus humildes siervos, que, así como nos regocijamos en su triunfo, también podamos beneficiarnos de su ejemplo; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

De un Misionero 

Dios todopoderoso y eterno, te damos gracias por tu siervo N., a quien llamaste para predicar el Evangelio al pueblo de ___________________________ (o al pueblo _____________________ ): Levanta en éste y en todos los países evangelistas y heraldos de tu reino; para que tu Iglesia proclame las insondables riquezas de nuestro Salvador Jesucristo; que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén. 

o bien: 

Dios todopoderoso, cuya voluntad es ser glorificado en tus santos, y que levantaste a tu siervo N. para ser una luz en el mundo: Resplandece, te rogamos, en nuestros corazones, para que también en nuestra generación manifestemos tu alabanza, tú que nos has llamado de las tinieblas a tu luz maravillosa; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.

De un Pastor 

Padre celestial, Pastor de tu pueblo, te damos gracias por tu siervo N., quien fielmente estuvo al cuidado y formación de tu grey; y te suplicamos que, siguiendo el ejemplo y la enseñanza de su santa vida, crezcamos por tu gracia a la estatura de la plenitud de nuestro Señor y Salvador Jesucristo; que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

 o bien: 

Oh Dios, nuestro Padre celestial, que levantaste a tu siervo fiel, N., para ser [obispo y] pastor en tu Iglesia, y para alimentar a tu rebaño: Otorga en abundancia los dones de tu Espíritu Santo a todos los pastores, a fin de que ministren a tu familia como verdaderos siervos de Cristo y mayordomos de tus divinos misterios; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén. 

De un Teólogo y Maestro

 Oh Dios, por tu Espíritu Santo concedes a algunos palabra de sabiduría, a otros palabra de ciencia, y a otros palabra de fe: Alabamos tu Nombre por los dones de gracia manifestados en tu siervo N., y rogamos que tu Iglesia nunca sea privada de dichos dones; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Dios todopoderoso, que diste a tu siervo N. dones especiales de gracia para entender y enseñar la verdad revelada en Cristo Jesús: Concede, por medio de esta enseñanza, que te conozcamos a ti, el único Dios verdadero y al que tú has enviado, Jesucristo; que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

De un Religioso o Monastico

 Oh Dios, cuyo bendito Hijo se hizo pobre, para que por su pobreza seamos enriquecidos: Líbranos del amor inapropiado a este mundo, para que, inspirados por la devoción de tu siervo N., te sirvamos con sencillez de corazón, y alcancemos las riquezas de los siglos venideros; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.

o bien: 

Oh Dios, por cuya gracia tu siervo N., encendido con la llama de tu amor, llegó a ser una luz ardiente y brillante en tu Iglesia: Concede que también nosotros seamos encendidos con el espíritu de amor y disciplina, y andemos siempre ante ti como hijos de la luz; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.

De un Santo

Dios todopoderoso, que nos has rodeado de una nube grande de testigos: Concede que, fortalecidos por el buen ejemplo de tu siervo N., perseveremos en la carrera que nos queda por delante, hasta que al fin, con él, alcancemos tu gozo eterno; por Jesucristo, el autor y consumador de nuestra fe, quien vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

o bien: Oh Dios, que nos has acercado a la compañía innumerable de los ángeles y de los espíritus de los justos hechos perfectos: Concede que moremos en su comunión durante nuestra peregrinación terrenal, y en nuestra patria celestial lleguemos a ser partícipes de su gozo; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.

o bien: 

Dios todopoderoso, que por tu Santo Espíritu nos has hecho uno con tus santos en el cielo y en la tierra: Concede que en nuestro peregrinaje terrenal seamos continuamente sostenidos por esta comunión de amor y oración, sabiéndonos rodeados por su testimonio de tu poder y misericordia. Te lo pedimos por amor de Jesucristo, en quien todas nuestras intercesiones son aceptables por medio del Espíritu, y que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

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